Antes de nada me gustaría llamar la atención sobre la revista de Semana Santa porque, poco a poco, estamos consiguiendo editar una publicación de gran calidad como se merece la Semana Santa Torrentina. Mérito, atribuible no sólo de la Comisión encargada de la misma, sino también, y en especial este año de cambios, a los publicistas que han apostado, al igual que nosotros, por un diseño más coherente e innovador.
Centrémonos en el tema que nos interesa, la Casa Museo de Semana Santa. Por fin podemos congratularnos de contemplar el fruto de muchos años de empeño, esfuerzo y dedicación, y tras más de una década de trabajo hoy está listo para disfrutarlo y utilizarlo. Como ya dije en una ocasión, debe estar dotado de vida y dinamismo, y no ser únicamente almacén o depósito de pasos procesionales. Arquitectónicamente también se ha tenido en cuenta esta concepción, y así, además de su nave central de más de 1400 m2. donde se ubicarán los pasos, se han dispuesto unas instalaciones de 600 m2. destinadas a salas de juntas, salón de actos multi-uso, oficinas, servicios, archivo, etc. Todo ello bajo el marco de un moderno y funcional edificio, que estoy seguro pronto será tomado como referente en la comarca, y por qué no, en la Comunidad Valenciana.
Con el fin de regular su utilización se creó una comisión que ha venido trabajando todo este año en la elaboración de las bases de lo que podríamos calificar como reglamentointerno. Creo, que esta comisión ha entendido perfectamente lo que debe ser nuestro edificio más emblemático. En primer lugar, es y debe ser tenida como la Casa de los más de 5000 hermanos que componen las dieciséis Hermandades agrupadas en la Junta Central de Hermandades de Semana de Torrent. Esto significa que cada Hermandad podrá disponer de sus instalaciones para celebrar Asambleas, Juntas, o todo aquello que considere necesario para su buen funcionamiento interno. Asimismo también dispondrá de un espacio amplio y con los medios necesarios (luz, agua, pequeño almacén, etc.), donde llevar a cabo un pequeño mantenimiento y cuidado de su carroza y paso procesional.
En cuanto al edificio en su vertiente como Museo, la comisión creo que también ha sabido encontrar una solución idónea a nuestras necesidades.
Se ha pensado en establecer un turno rotativo de Hermandades encargadas de la vigilancia y apertura del edificio y que funcionará con mayor frecuencia en los meses cercanos a la Semana Santa. Después, se concertarán visitas de grupos escolares, asociaciones o grupos de particulares que así nos lo requieran, cumpliendo, de este modo, un doble objetivo: mostrar nuestros pasos, algunos de ellos de gran calidad y belleza, y efectuar al mismo tiempo, una labor catequizadora.
He señalado al principio que la Casa Museo es el fruto de la dedicación, esfuerzo y empeño, y deberíamos añadir una buena dosis de ilusión. La Junta Central, y en especial su presidente, José María Palop, ha sabido transmitir esa ilusión y hacer que cada vez un mayor número de personas se involucraran en el proyecto. En primer lugar, nuestro agradecimiento al equipo sacerdotal del Arciprestazgo de la Mare de Deu del Pópul, por su firme voluntad de llevar a cabo el proyecto, y ayudarnos a solventar las no pocas dificultades que hemos encontrado. Tampoco debemos olvidar el apoyo recibido de entidades privadas e instituciones públicas. Sin ser las únicas, cabe destacar a la Caja Rural de Torrent y la Caja de Ahorros del Mediterraneo, que no han dudado ni un instante en brindarnos su apoyo, así como nuestro Exmo. Ajuntament de Torrent, en cuya máxima autoridad, Sr. D. Juan Jesús Ros, hemos encontrado un amigo que nos ha orientado y animando en todo momento.
Cuando el próximo día 6 de abril quede bendecida e inaugurada nuestra Casa Museo podremos ver en él el fruto del trabajo bien hecho. Comenzará entonces una nueva etapa de la Semana Santa Torrentina, que generación tras generación ha ido, y seguirá siendo mejorada para orgullo y gozo de todos los torrentinos.
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