La hermandad de Jesús Nazareno y San Simón Cirineo, fundada en 1943, tiene sus precedentes en el proyecto de hermandad que alrededor de los años 1930-31 iba a fundarse por un grupo de miembros de la Real Pía Unión San Antonio de Padua, teniendo como base la imagen de Jesús Nazareno del imaginero Juan Martínez Montañés existente en el Convento de Ntra. Sra. Monte-Sión.
Estos hermanos, alrededor de veintidós, vieron frustradas sus ilusiones con advenimiento de la II República en España y las dificultades que para la celebración de las festividades religiosas ello supuso. Terminada la Guerra Civil, en una reunión celebrada en los locales del Círculo Católico, se relanza nuevamente la idea, aunque algunos de los que participaron en el proyecto inicial habían fallecido en el transcurso de este lapso de tiempo. Entre los fundadores que en el año 1943 pusieron en pié de nuevo la hermandad hemos de citar a:José Mª Vidal Planells, Vicente Andreu Orti, Tomás Moreno Mora, José Andreu Andreu, Francisco Chust Almerich, Leocadio Ferraro Ortí, Miguel Mora Medina, José Baviera Andreu, Arturo Fernández Llópez, Francisco Almerich Ortí, Francisco Llópez Iborra, Ricardo Andreu Monzón, Silvestre Fabiá Planells, Salvador Pardo Bochons, José Puig García, Agustín Fernández, José Gozalvo, Germán Ferrer, Salvador García, Alberto Miquel. Al ser sus fundadores personas de mayor edad, a diferencia del resto de las hermandades, que sus componentes eran mucho mas jóvenes, pronto recibió el sobrenombre «dels abuelos»; e incluso también «la de la tos», al parecer, por la indisposición que sintieron algunos de sus miembros durante la celebración de la procesión del Santo Entierro un Viernes Santo. El hábito inicial, por el cual habían de distinguirse, constaba de túnica y capuchón blanco, con el emblema de la Cruz de Malta de color rojo en la lengua del capuchón, clámide roja y cíngulo dorado anudado a la cintura. La cIámide, alrededor del año 1957, fue sustituida por la capa, buscando una mayor uniformidad con las restantes hermandades, y el capuchón pasó a ser de color rojo. A tal fin, la hermandad adquiere la tela roja suficiente, que distribuida entre los hermanos, que abonan la cuota de diez pesetas semanales, permite efectuar este cambio. En las celebraciones de la Semana Santa de 1944, el día 2 de abril, Domingo de Ramos, en la Iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción, se procede a la bendición del banderín, juntamente con el del Descendimiento de la Cruz , de cuyo hecho fueron padrinos: Mª Carmen Vidal Benlloch y Justo Casabán Fabiá. Banderín que reproducía, en su parte central, la imagen de Jesús Nazareno pintada por Miguel Mora Muñoz, miembro fundador de la hermandad. Los hermanos participaban en los desfiles procesionales portando únicamente un báculo, cuyo soporte era de madera y culminaba con el emblema de la hermandad, la cruz de la Orden de San Juan del Hospital, niquelada. Debido a que en los primeros años no poseían ningún tipo de instrumental eran acompañados en los desfiles procesionales por los tambores y trompetas del destacamento de soldados. También, la banda de la hermandad de la Santa Faz acudiría otros años para salir desde la casa del hermano mayor. Posteriormente, en el año 1949, se adquieren siete trompetas, cuatro tambores una caja , instrumentos que sirvieron de base para constituir la banda de la hermandad, de la que fue su primer cabo Enrique Andreu Planells. En la procesión del Santo Entierro, desde los primeros años, se establece el llevar tres cruces, en evocación a las tres caídas de Jesucristo camino del Calvario, que son portadas todos los años por diferentes hermanos, bien por el cumplimiento de una promesa o por observar alguna penitencia impuesta. La hermandad utilizaba en los diferentes desfiles procesionales una pequeña imagen de Jesús Nazareno, existente hoy en día en la iglesia parroquial de Ntra. Sra. de la Asunción, en la capilla de los Santos Abdón y Senén , en una hornacina en su lado izquierdo, que se salvó del incendio del templo durante la Guerra Civil. Sin embargo, la necesidad de contar con un paso más adecuado para aspiraciones de la hermandad, les lleva a entrar en contacto, en el año 1944 con el escultor Federico Siurana, vecino de la población de Castellar, que elabora una maqueta de un magnífico y grandioso paso compuesto por ocho imágenes: Jesús Nazareno, Simón Cirineo, dos soldados romanos, tres Marías y un judío tirando de una cuerda a Jesucristo que va cargado con la cruz. La consideración y dimensión del mismo y las escasas posibilidades económicas con las que se contaba, obliga a realizar una primera fase con las figuras Jesús Nazareno y Simón Cirineo. Las imágenes procesionaban a hombros de los soldados del destacamento de soldados establecido en Torrent hasta su desaparición, construyéndose años después, una carroza para efectuar los traslados procesionales mayor comodidad. En Miércoles Santo, día 17 de abril de 1946, juntamente con el paso la Flagelación del Señor, desde el domicilio de José Andreu Andreu, en la calle Gómez Ferrer, tuvo lugar el solemne traslado y procesión de las imágenes de Jesús Nazareno y Simón Cirineo hasta la iglesia de Ntra. Sra. De la Asunción, donde se procedió a su bendición por el arcipreste don Vicente Esteve Chiralt. En los años sucesivos, y desde el año 1947, la hermandad realizará su propio traslado procesional desde el Convento de Monte-Sión hasta la parroquia de la Asunción el día de Martes Santo. Sin embargo, con ocasión de las lluvias sufridas en el año 1977, hubo de suspenderse la procesión, desarrollándose en la noche del Jueves Santo, día en el que queda fijado para los años posteriores. Debido a que en el Convento de Ntra. Sra. de Monte-Sión, lugar donde está radicada la hermandad, todavía no se disponía de un lugar apropiado para dejar el paso, éste hubo de permanecer algunos años en casa de José Mª Vidal Planells, en su domicilio de la calle Fray Luis Amigó. Este mismo año de 1946, en junta general extraordinaria celebrada el 9 marzo, los miembros de la hermandad aprueban el reglamento por el cual han de regirse, compuesto de 14 artículos más uno adicional y dividido tres apartados. El primero, referido a: la «constitución y fines» señalan los diversos artículos, que el objetivo primordial de la hermandad es el aumentar la fe y devoción entre sus miembros a la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, para lo cual intentarán crear un ambiente propicio con el fin lograr una verdadera fraternidad cristiana. El segundo apartado, denominado «de los hermanos» incluye los artículos del cuarto al décimo, referidos a que pueden pertenecer a ella todos los varones mayores de diez años que se hallaren dentro de la iglesia católica. Fijándose, entre las obligaciones de los hermanos, la asistencia a todos actos que se organicen y la satisfacción de las cuotas establecidas, pudiéndole expulsar si faltare a su pago más de seis meses consecutivos. Entre los derechos, se determinan, el obtener ayuda y consuelo en caso de enfermedad por parte de los hermanos y la asistencia al sepelio y rosario en caso de fallecimiento; así como, el sufragio de un funeral por su alma. Por otra parte, poseer voz y voto en las asambleas generales. El tercer apartado, titulado «de la junta directiva y hermano mayor» establece la composición de la misma, formada por un presidente, un vicepresidente, un secretario, un tesorero y dos vocales, que se renovarán por mitad cada dos años alternativamente. Respecto al hermano mayor será propuesto por la junta en asamblea general y entre sus funciones está el conservar el banderín, útiles y enseres, presidir y ordenar los actos públicos a los que se concurra- Por último, se fija que cada dos años la hermandad ha de elegir a sus representantes en la Junta Central de Hermandades. A finales de la década de los cincuenta, a través del esfuerzo personal de José Mª Vidal Planells y de Francisco Chust Almerich, con la sola ayuda de cuotas , loterías y donativos se construye en la iglesia de Ntra. Sra. de Monte-Sión el altar para ubicar las imágenes del paso, situándose a la parte derecha del cancel adosado al testero de entrada. El retablo elaborado en escayola está dividido en dos cuerpos. El primero y principal aparece flanqueado por dos pares de columnas con capitel corintio de fuste estriado y grutescos, que sostienen un entablamiento sobre el que sitúa el cuerpo superior en el que destaca un medallón con una representación pictórica del Nazareno. A ambos lados de la hornacina se acomodan dos lienzos obras del artista C. Castellano Ibánez datados en 1962. La mesa del altar, elaborada en madera, es móvil y permite emplazar la carroza de las procesiones por debajo del retablo. Esos mismos años la hermandad participa activamente en el nombramiento de las reinas del Encuentro Glorioso, acompañando a: Maria Miquel Fort en el año 1962, Dolores Silla Martínez en 1963 y Carmen Fernández Navarro en 1964. En el año 1972, ante las inquietantes muestras de decaimiento que presentaba la hermandad y la imposibilidad de poderla llevar adelante, debido a su estado de salud, el presidente, José Mª Vidal Planells, entra en contacto con Eugenio Beguer Fabiá, a quién le pide que se ponga frente de la misma. Eugenio Beguer, con la ayuda inapreciable de: Severino Fabiá y Pascual Andreu, que ejercen ambos los cargos de cabo de trompetas y tambores respectivamente, comienzan a trabajar cara a su relanzamiento, pues se había llegado a la situación límite de apenas contar con 20 hermanos. Con la sola ayuda de los beneficios obtenidos en la venta de loterías, se consigue formar banda compuesta por más de 20 trompetas y 15 tambores, a cuyos miembros les entrega la correspondiente vesta de forma gratuita por tocar el instrumento. Cambiar los báculos, por otros, que se componían de un tubo de plástico, en cuyo interior se depositaban las pilas, y una tulipa transparente del mismo material con luz incorporada. Unificar de forma semejante todos los hermanos para los desfiles procesionales, para ello se adquieren sandalias de color rojo con el emblema de la Cruz de Malta sobre la tira de la correa, que se reparten gratuitamente. De esta forma, en escasamente unos pocos años, se triplican el número de hermanos pertenecientes a la hermandad. Por otra parte, en referencia al paso, se cambia toda la plataforma de la carroza, la farolada de la misma, con la adquisición de seis faroles para cada una de las esquinas y dos para el centro. La renovación de la tela que la envuelve, preparada en terciopelo por las hermanas: Josefa Martínez y Concepción Martínez, que siempre se han encargado del mantenimiento de paños del altar y del arreglo de la carroza. El deterioro que sufría el banderín, como consecuencia del paso del tiempo, obliga a realizar uno nuevo confeccionado por las hermanas Adoratrices del Vedat de Torrent, aunque trasladando el lienzo del Nazareno de la parte central pintado en su día por Miguel Mora, fundador de la hermandad. El Domingo de Ramos, 3 de abril de 1977, en la Parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción tuvo lugar su bendición, actuando de padrinos del mencionado don Vicente Cervera Bartual y doña Carmen Santos Moreno. A partir del año 1979, Adolfo Folgado Veguer es llamado para hacerse cargo de la hermandad, y aunque en un principio su responsabilidad le lleva a asumir todas las obligaciones inherentes a su administración, poco a poco consigue la ayuda de una serie de hermanos, que sin constituir una junta, la dirigen de una forma mancomunada, encontrándose entre ellos: Carlos Pastor Peris, Francisco Andreu Tordera, Manuel Puchades Simó, José Luis Santamaría Andreu, José Tejero García, Severino Fabiá García, Eugenio Beguer Miquel. Fruto de esta trabajo en común será, en el año 1981, la renovación completa de la carroza del paso, con un costo aproximado a las 35.000 Ptas., con la construcción de un nuevo armazón de hierro, el cambio de la base de madera y el arreglo de toda la instalación eléctrica, manteniéndose de la anterior únicamente el chasis. Estos trabajos se efectuaron en la casa del hermano Carlos Pastor Calatayud, en la calle Valentín Planells. La elaboración, tras la realización de varios diseños, de unos nuevos báculos metálicos, semejantes a los primitivos, hechos en barra de latón y culminados con la cruz de Malta en bronce. La cruz estará iluminada en sus dos partes, llevando en una grabadas las figuras de Jesús Nazareno y San Simón Cirineo y en la otra el nombre de la hermandad. Estos báculos, que llegaron a realizarse en un primer momento cerca de 50 unidades, y que se han seguido elaborando según las necesidades, son propiedad de la hermandad y utilizables por los hermanos durante los desfiles procesionales. En el año 1984 se constituye formalmente una junta directiva que estará integrada por: Adolfo Folgado Veguer, presidente, José Chust Beguer, secretario y Pascual Andreu Ibáñez, José Santamaría Hernández, Manuel Puchades Simó, Carlos Pastor Peris, Eugenio Beguer Miquel, Francisco Andreu Tordera, Gabriel Martínez Guillem, José Luis Santamaría Andreu, Ramón Andreu Pérez, Eugenio Folgado Veguer, José Folgado Veguer, José Tejero García, Francisco Andreu Pérez, como vocales. Esta junta venía ejerciendo su labor desde unos años antes, aunque es a partir de este momento cuando se distribuyen entre sus miembros los diferentes cargos. Uno de los primeros cometidos que llevarán a cabo será la edición de una revista que, con carácter trimestral, recogiera los objetivos, logros, innovaciones y problemas de la hermandad y fuera además el cauce de expresión de todos aquellos miembros que quisieran expresar sus opiniones. La revista con el nombre de «Abuelos», sale por primera vez el 14 de junio de 1984 y, aunque la periodicidad que se pretendía no se ha logrado, ya que únicamente se publicaron cinco números, fue un medio eficaz para dar a conocer las inquietudes y necesidades de la hermandad. Merece destacarse la gran labor realizada por Juan Carlos Beguer y Francisco Valera en la confección de la misma. El nombramiento de Reina del Encuentro en la persona de Mª Jesús Fabiá Puig, cuya familia se encuentra estrechamente vinculada a la hermandad, la inserción de la efigie del Nazareno, en la capa, sobre el hombro izquierdo completan este año de 1984. Un aspecto al que hubo de hacerse frente, en el año 1986, lo constituye la falta de tela para la confección de las capas de la vesta, al dejarse de fabricar la tonalidad propia de la hermandad, y ser necesario adquirir un mínimo de 500 mts., con lo que ascendía su coste a 500.000 Ptas. Dicha cantidad únicamente podía ser satisfecha a través de un préstamo, que fue facilitado por un miembro de la hermandad, pudiendo los hermanos adquirir a plazos o al contado la tela necesaria para su vesta. Asimismo, se lleva a término, este mismo año, por los componentes de la junta, una modificación y ampliación de los estatutos de la hermandad, adaptando su articulado a las circunstancias del momento y con la clara especificación de los derechos y obligaciones a realizar por cada uno de los cargos la forma de su elección. La aprobación y ratificación de los mismos por parte de los miembros de la junta tuvo lugar el 31 de octubre de 1986. A partir del año 1987, durante tres anos consecutivos, la hermandad convoca entre los escolares de la población los «Premios Literarios», con el fin de motivar e incentivar entre los estudiantes diversos aspectos relacionados con la Semana Santa. En el concurso de 1987 el tema a tratar correspondió «Que opinas sobre la Semana Santa torrentina, que cambiarías-introducirías. En 1988 la cuestión versó sobre: «Tú y la Semana Santa, que opinas de las hermandades» y en 1989 se refirió a: «El Cirineo en la vida actual». En este mismo año de 1989, en los locales de la Caja Rural, la junta prepara una inestimable muestra, que bajo el título: «Exposición Retrospectiva sobre la Semana Santa», recogía, en varios paneles, valiosos documentos fotográficos referidos, tanto a la hermandad de Jesús Nazareno como a la Semana Santa torrentina en general, así como una muestra de todas las revistas publicadas por la Junta Central de Hermandades. La exposición se completó con varios trajes de las reinas del encuentro y sus aderezos. La celebración, en el año 1993, del cincuenta aniversario de la creación la hermandad reúne a un gran número de sus miembros en una comida confraternidad, donde se reparte a cada uno de los hermanos la medalla la Cruz de Malta, símbolo distintivo de la hermandad, bendecida por don José Ignacio Llópez Guasp y que se ha incorporado corno un elemento más hábito. Asimismo, se entrega un recordatorio de estas bodas de oro a aquellas personas que más se han distinguido en pos de la hermandad. Entre las realizaciones de este cincuenta aniversario, cabe citar la restauración de toda la farolada de la carroza, llevada a cabo en los talleres de Bronceart Torrent y la nueva iluminación que a la misma se aplica, a cargo de la Empresa Epevi. Con la idea de volver un tanto a los orígenes, se apunta en la asamblea general ordinaria realizada el 11 de junio de 1993, la posibilidad de portar nuevo a hombros y sobre un anda, las imágenes del paso. Esta aspiración queda finalmente aprobada por la junta de la hermandad el 1 de octubre de 1993. Tras el estudio de diferentes proyectos y presupuestos fue aprobado el sentado por el escultor-tallista de Valencia, José Ramón y Hueso que con costó de 800.000 Ptas. se comprometía a su elaboración. La solemne bendición de la nueva anda-trono tuvo lugar en la tarde del Jueves Santo, 31 de marzo de 1994, en la Parroquia de Ntra. Sra. de Monte-Sión, por su párroco el padre José Deusa García, realizándose por la noche el traslado procesional hasta la Parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción, portando la nueva anda dieciséis costaleros, miembros de la hermandad, que vestían el hábito primitivo de la misma. |
2017-03-18
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